jueves, 24 de mayo de 2012

LAS HORAS EXTRAS EN LA SANIDAD: COMO CREAR EMPLEO Y AHORRAR A LA VEZ.


Por Luis Vega (*)

La mayoría de la población sabe que en los centros de salud a partir de las 15:00 un equipo sanitario (médico y enfermera) atiende las urgencias. Son las guardias de Atención Primaria. Representan unas horas extras (complementarias) en la jornada del personal sanitario.

En el Hospital también se hacen guardias pero en este caso me referiré a las horas conocidas como “peonadas hospitalarias”. Estas no son las guardias que todos conocemos sino unos “módulos de trabajo de 4 horas” con los que se pretende, por ejemplo, que haya menos pacientes en la lista de espera quirúrgica o completar tratamientos ambulatorios largos que sobrepasan el horario habitual hasta las 15:00 y requieren que el personal sanitario haga “horas extras”.

En la organización laboral del tiempo de trabajo se tiende a considerar las horas extras como una necesidad circunstancial en un momento determinado. Sin embargo tanto las guardias de Atención Primaria como las peonadas hospitalarias son parte de la organización programada, permanente del trabajo, no son circunstanciales sino estructurales. A pesar de esto siguen ofreciéndose al personal de plantilla y constituyen un “jugoso” complemento retributivo. Esta decisión en la gestión de los recursos podría tener una explicación económica (es más barato) o una insuficiencia de personal (pleno empleo) pero la realidad es que es más caro y significa el pluriempleo público para unos y el desempleo para otros:

a) El despilfarro económico:

1. Atención Primaria: Cada 138 horas de guardia (una jornada mensual) suponen un coste bruto de 2.155 euros si las realiza la plantilla y 2.568 euros si se contrata a una enfermera demandante de empleo. Es decir, con una inversión de 400 euros mensuales se estaría creando un puesto de trabajo. Es incuestionable que la sociedad recuperaría con creces este modesto esfuerzo inversor de la Administración para crear un puesto de trabajo. Pero, además, es muy probable que esta enfermera contratada estuviese cobrando la prestación por desempleo (1.000 euros al mes aprox.). Esto supone que con su contratación, todos nosotros, nos ahorraríamos 600 euros mensuales. (invertiríamos 400 euros y dejaríamos de pagarle 1.000) y además estaríamos creando un puesto de trabajo.

2. Las peonadas hospitalarias: Actualmente la hora de peonada hospitalaria quirúrgica de una enfermera supone un coste bruto de 52,83 euros/hora (módulo de 4 horas: 171 euros + 23,60% cotización S. Social). Si contratásemos a una enfermera demandante de empleo para realizar esas peonadas la hora de trabajo tendría un coste bruto de 20,33 euros. Es decir, 138 horas (una jornada mensual) de peonadas suponen un coste de 7.291 euros brutos mensuales si las hace la plantilla, mientras que contratar a una enfermera supone un coste de 2.805 euros brutos mensuales. Por lo tanto, nos estaríamos ahorrando 4.486 euros mensuales con la contratación de una enfermera para hacer esas peonadas. Pero si esa enfermera estuviese cobrando la prestación por desempleo, dejaríamos de pagarle 1.000 euros al mes y su contratación supondría un ahorro para todos nosotros de 5.486 euros mensuales y además se crearía un puesto de trabajo.

b) El desempleo sanitario:

Se lee en diferentes publicaciones sanitarias que la actual crisis económica supone un éxodo masivo de excelentes profesionales de enfermería al extranjero (por ejemplo, enfermeras con formación quirúrgica).

Actualmente en la “bolsa de demandantes de empleo” del área sanitaria IV (Oviedo) están inscritos más de 2.000 profesionales de enfermería con menos de 1 punto en su baremo de méritos. La mayoría sólo trabajarán algún mes en las sustituciones de verano. Mientras tanto, personal de plantilla con su puesto fijo verá incrementadas sus retribuciones durante todo el año con horas extras que podrían hacer profesionales en el paro.

Al despilfarro económico, por ej. “190.000 euros al mes por peonadas en Cabueñes” (el Comercio: 14/10/10), se añade la inmoralidad social del pluriempleo público para unos y el desempleo para otros.

¿Es esto es un ejemplo de lo que en la sanidad significan las llamadas “políticas activas de empleo”...darle más empleo al que ya lo tiene?.

Si la nueva Administración y los agentes sociales no cambian este modo de gestión de nuestros recursos de poco sirven para sostener la sanidad pública decisiones como la del “céntimo sanitario” o la del “copago”.




(*).- Luis Vega es Enfermero del Servicio de Atención Continuada (SAC) en el área sanitaria IV del Servicio de Salud del Principado de Asturias.

Gracias compañero por decir tanta verdad en tú carta. ¿Y DONDE ESTAN LOS SINDICATOS DE CLASE, QUE CONOCEN Y ACEPTAN LAS PEONADAS EN TODOS LOS HOSPITALES DEL SNS?


¡TRASLADOS ABIERTOS Y PERMANENTES Y POR UNAS COMISIONES DE SERVICIO REGLADAS EN EL SESPA!

2 comentarios:

Beatriz dijo...

Es una aportación interesante sin duda pero deberias pensar también en la reacción, negativa a todas luces, de aquellos profesionales de plantilla que verian disminuidos sin ingresos. No nos engañemos, no aceptarian repartir...yo lo veo en mi zona. Los que antes no hacian guardias (se pagaban menos, sueldos integros...) ahora "se matan" por hacer.
Lo queremos todo

Luis Vega dijo...

Hola a todos, he actualizado los datos a Mayo de 2013 y ahora la jornada es de 150 horas al mes, las retribuciones son las mismas y por lo tanto el ahorro es mayor. El artículo lo publicó "Redacción Médica". Tiene razón Beatriz, la élite sanitaria extractiva de las rentas de otros se resitirá a los cambios...pero siempre fue así. La clave es copmprender que a los contribuyentes no nos interesa que se hagan horas extras en la sanidad(complementarias o peonadas). Muchas son ilegales (por encima de los límites legales), excluyen del mercado de trabajo a profesionales que podrían trabajar, algo que beneficiaría a la sociedad pero además es más caro, luego "sintiéndolo mucho" por los profesionales con puesto fijo no nos interesa pagarles horas extras mientras haya demandantes de empleo. Es así de sencillo.
Un cordial saludo.
Luis Vega